Hace unas semanas me enamoré de la Dra. Catherine Kousmine (1904 – 1992). Conocía su nombre, la ubicaba dentro del mundo de la naturopatía, pero no me imaginaba su fuerza de voluntad, ni su genio antes de hacer un estudio sobre ella con otras dos compañeras de curso. Nos impresionó profundamente esta mujer, tanto por su trayectoria personal como por su gran visión y legado terapéutico. Y me nace ahora compartir contigo un poco de sus enseñanzas.

1.  La inspiradora vida de Catherine Kousmine

1904 – Catherine Kousmine nace en Rusia.

1916 – Su familia se muda a Lausanne (Suiza) huyendo de la revolución bolchévica.

1928 – Termina la carrera de Medicina en la Facultad de Lausanne, para especializarse luego en pediatría en Zurich y Viena.

1934 – Vuelve a Lausanne donde no se reconocen sus 6 años de especialización pediátrica en Viena. Trabaja como médico generalista (le pagan un 50% menos que a un hombre) antes de, finalmente, lanzarse en la investigación por su cuenta.

1980/87 – A los 80 años escribe tres libros (ver referencias abajo) para compartir su visión de la salud y sus descubrimientos.

1992 – Muere en Suiza tras haber tratado miles de pacientes afectados por enfermedades graves (cáncer, esclerosis múltiple y poliartritis entre otras), e impulsado la creación de una fundación internacional para promover su método.

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¿Qué es lo que me conmueve de aquella trayectoria?

Seguramente su pugnacidad. Se enfrentó a muchos obstáculos y circunstancias difíciles a lo largo de su vida por ser extranjera, mujer y, además, mente libre. El mundo hubiera podido hacerle pequeña, pero ella decidió construirse una vida a su medida, ¡siendo una gran dama a los 20 como a los 80 años!

¿Qué más?

Admiro profundamente la claridad de su pensamiento. Leyendo su libro «Salve Su Cuerpo» publicado en 1987, me parece una científica vidente. Habla de la importancia de una alimentación natural, del cuidado intestinal (microbiota), del equilibrio ácido-básico, de los procesos de inflamación, etc. Como precursora, ha sido muy criticada por sus pares (sin que se tomasen la pena de estudiar su trabajo, ni los miles de casos clínicos…), y me parece que el auge actual de la medicina integrativa en los EEUU es el mejor homenaje que se le pueda hacer.

2. Su visión de la salud

Valoraba mucho los grandes progresos que hizo la medicina moderna en diagnosticar y curar enfermedades. Pero también consideraba que había perdido mucho sentido común al especializarse tanto – ignorando, por ejemplo, la importancia de la alimentación – y que se había alejado de su verdadera misión. No es lo mismo luchar contra las enfermedades que promover la salud.

Desde esta perspectiva, Kousmine se empeñó toda su vida en fortalecer el organismo y su inmunidad, tanto para prevenir la aparición de patologías, como para volver a un estado de homeostasis en caso de enfermedad. Su meticuloso trabajo de investigación permitió dar la luz al «Método Kousmine», basado en 4 pilares:

• Una alimentación saludable.
• Una buena higiene intestinal.
• El equilibrio ácido-básico.
• El aporte de micronutrientes a través de la suplementación.

Cada pilar es un mundo y procuraré escribir sobre cada uno de ellos. De momento, te propongo profundizar en el primero, poniendo el foco en los aspectos más específicos de una alimentación saludable según la Dra. Kousmine. 

3. La dieta Kousmine

Una alimentación saludable según la Dra. Kousmine se basa en el consumo de alimentos naturales, libres de tóxicos, en las proporciones adecuadas y en el momento oportuno del día para favorecer el buen funcionamiento y descanso del organismo.

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En esencia, se pueden articular las pautas siguientes:

√ Los alimentos recomendados

• Aceites ricos en grasas poliinsaturadas 1ª presión en frío, para el aporte esencial de omega 3-6: lino, girasol, germen de trigo, etc.¹
• Cereales integrales, en forma de granos o harina recién molida, para las vitaminas del grupo B: arroz, sarraceno, trigo, avena, etc.
• Alimentos crudos, ricos en enzimas y micronutrientes: verduras, frutas, yogures, harinas integrales recién molidas, etc.

¹ Estos aceites son frágiles así que deben ser conservados en la nevera, y consumirse crudos en un plazo máximo de 4 semanas.

× Los alimentos NO recomendados

• Alimentos procesados (incluso exceso de latas).
• Grasas de baja calidad: aceites refinados, grasas trans y margarinas, exceso de grasas saturadas como la mantequilla.
• Alcohol y exceso de azúcar, sal.

La Dra. Kousmine ha sido de las primeras en denunciar las repercusiones nefastas en la salud pública de la generalización del consumo de productos refinados y procesados tales como el azucar blanco, las harinas blancas, los aceites refinados y los platos preparados. Habla ella de alimentos «muertos», es decir privados de factores vitales importantes, y que «permiten vivir pero no con una buena salud» (ver mi post anterior: Alimentos: ¿Cómo los prefieres: vivos o muertos?).

√ El plan de comida

• Desayuno: té ligero ⋅ crema Budwig (ver la receta).
• Comida: ensalada, verduras crudas, aceite, limón ⋅ cereales integrales, verduras al vapor ⋅ carne magra o pescado o queso fresco.
• Merienda: frutas de temporada ⋅ frutos secos.
• Cena: misma línea que la comida, pero más ligera y sin carne.

Preconiza evitar el picoteo y se centra en la ingesta de 4 comidas principales, de las cuales dos fuertes (el desayuno y la comida) y dos ligeras (la merienda y la cena). Comenta que, si uno no tiene apetito por la mañana, es muy probable que cene en exceso, y recomienda rectificar. Se trata de no solicitar constantemente el aparato digestivo, y de darle momentos de descanso, sobre todo durante la noche, para facilitar una buena regeneración del organismo.

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Lo que me encanta de esta dieta es que, además de ser pragmática y de promocionar una alimentación equilibrada y natural, respeta mucho el concepto de bio-individualidad. Se puede adaptar muy fácilmente a las necesidades y los gustos de cada persona: las pautas son generales y funcionan tanto para dietas omnívoras como veganas. Ella misma decía:

“Me parece que la mejor vía es la del término medio.”

Llevo varias semanas siguiendo estas pautas, preparándome cada mañana una deliciosa crema Budwig y procurando cenar ligero y temprano, y cabe decir que me sienta muy bien: me noto con mucha energía durante el día y descanso mejor a la noche. Así que te invito a experimentar, ¡en particular la crema Budwig (imagen abajo)!

Espero que este artículo te haya sido útil. Si tienes cualquier duda o comentario, ¡no dudes en consultarme para asesorar tu alimentación!

Cuídate,

Maria.

PD: Y si encuentras el contenido interesante, compartir siempre da gustito 🙂